30 junio, 2011

Para huir del dolor se eleva. Envuelto en la clámide que oculta las llagas a los ojos humanos, inicia la ascensión. ¡Heroica y esforzada ascensión! Sufre y enseña a sufrir, no sólo con la resignación sino con el silencio. Los gemidos mueren en su garganta. ¿Para qué gemir si se puede cantar; y de aquel gran dolor, sólo queda una estela armoniosa en el Parnaso. Arturo Alsina en su biografía de Manuel Ortiz Guerrero.

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